Un Poco De Mí

I'm UniQu3!

domingo, octubre 30, 2005

El Perdón

Tu vida está plena de logros,
Luchas y grandes esfuerzos,
Y aunque a veces no parezca
Cada día te vas acercando
Paso a paso a lo que tú quieres.

Pero ten cuidado, puedes tener
Un enemigo, capaz de destruir
Sin piedad lo que con tanto trabajo has construido.

Me refiero a tus propios resentimientos.

El resentimiento es como tomar un veneno
Para tratar de envenenar a otro.
Mientras el dolor pasa, el rencor se queda,
Lo agravas, como a una herida que no se deja sanar.

El resentimiento es un monstruo,
Que puede tener el tamaño que le des, lo puedes alimentar
Con los pensamientos de queja y de autocompasión
Entre más lo crezcas mas partes de tu vida invadirá.

La energía que le das a ese fantasma, es la misma
Que puedes usar para construir tus sueños
O la vida más plena y feliz que te mereces.
Quien no perdona sin darse cuenta poco a poco se aísla,
Empieza a olvidar o dejar de disfrutar lo grato de su vida.

Con el rencor te haces mas difícil, lo difícil
y lo agradable se opaca con el tormento de la amargura.

Digno no es quien resiente,
Digno es quien perdona.

Que estúpida es la venganza que mantiene anclado el dolor.

La venganza sabia es dejarlo ir
Seguir adelante, es construirse en vez de destruirse.

El perdón es un regalo, para sí mismo
Es regalarse la paz.
Es soltar la carga
Es decidir mirar la luz de nuevo
Y con determinación caminar hacia ella,
Hacia lo mejor de ti, de tu vida.

No perdones para que el otro cambie
Acéptalo, el otro nunca va a ser como tú quieres,
Eso no depende de ti.

No le des a nadie el poder de hacerte infeliz
Perdona porque decides hacerlo,
Retoma tu poder
Tu inmensa capacidad de construir tu propia tranquilidad.

martes, octubre 25, 2005

Con "P" de Paola Preciosa!



Ese día la pasé tan bieeeen! Y eso q estaba working, pero aún así me sentía en mis aguas...

domingo, octubre 23, 2005

Los males del corazón...

Esto llegó a mi e-mail hace unos días...

¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida tristeza, amargura o resentimiento?.
Nadie escapa a estos sentimientos y el sentirlos de vez en cuando es normal, es parte de nuestra naturaleza humana. Llorar es bastante sano cuando se trata de un acontecimiento eventual, el llanto es parte de la liberación.


Pero ¿Qué pasa cuando estas emociones quedan alojadas en nuestro corazón de manera permanente?, cuando el dolor, la amargura y la tristeza representan nuestra propia personalidad.

Hoy en día los males provenientes del corazón son muy comunes, los rompimientos familiares, la frustración, la represión, el fracaso y lo que llamaríamos "el cansancio de vida" se apodera de nosotros cuando vemos que a pesar de nuestro esfuerzo, las cosas "nunca funcionan", "todo nos sale mal" porque "la vida ha sido muy injusta con nosotros". Es entonces cuando el resentimiento, la autocompasión y la tristeza pueden quedar instalados en nuestro corazón de manera permanente.

Esta actitud hace que todo en la vida lo veamos a través de un "cristal empañado", es decir, nuestra perspectiva de vida se torna gris, ya no vemos la belleza de la vida, los buenos momentos se vuelven indiferentes ante nosotros, dejamos ir oportunidades y empezamos a crear una realidad falsa al creer que "nadie nos quiere" o "todos quieren hacerme daño", nuestra visión actúa y distorsiona todo desde nuestro cristal empañado.

El guardar por mucho tiempo esta actitud o este sentimiento, además de prolongar nuestro sufrimiento, nos trae como consecuencia enfermedades derivadas de "un corazón triste". Ningún medicamento, dieta o ejercicio pueden evitar o curar dichas enfermedades si no nos conectamos con la alegría de vivir, con el amor a la vida. La alegría es la única medicina para un corazón que revive constantemente en su presente las heridas del pasado.

Sin la alegría, nuestra vida se frena, nuestros pasos se alentan ya no queremos saber nada, estamos deprimidos y con un constante dolor de piernas, nos pesan tanto como para poder dar un paso más.

Sufrimos también a causa de nuestra soledad por tener nuestro corazón cerrado al amor, no sabemos darlo, mucho menos recibirlo...

Seguimos sufriendo, porque las pastillas no son suficientes para un corazón que frena el amor, que lo tiene por esencia, pero no lo deja salir... se ahoga, se asfixia… hasta morir.